A principios de la década de 1990, un aficionado a la paleontología, Juan Cano Forner, descubrió unos fósiles en lo que sería el yacimiento de Santa Águeda. Desde 1994 éstos restos forman parte del museo paleontológico de su mismo nombre, que constituye la mejor colección museográfica privada visitable de la Comunidad Valenciana.

En 2019 un equipo de paleontólogos del Instituto Dom Luiz da Faculdade de Ciência da Universidade de Lisboa, del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED y de la Universidad Autónoma de Madrid definen, en base a los restos fósiles del yacimiento de Santa Águeda,el primer dinosaurio espinosaurio descrito en la Península Ibérica. Se le bautizó como Vallibonavenatrix (“la cazadora de Vallibona”) cani (haciendo referencia al descubridor de los restos).

La importancia del descubrimiento y el interés que los dinosaurios despiertan en el público, ha motivado la apuesta de la localidad de Vallibona por impulsar el patrimonio paleontológico local, con el objeto de aprovechar el potencial del turismo paleontológico y convertirlo en uno de los motores de desarrollo en el municipio. 

La reproducción de Vallibonavenatrix, realizada por el equipo de museografía de Paleoymás a petición del Consell Valencià de Cultura y del Ayuntamiento de Vallibona, se ha sumado, junto a otras siete esculturas ya instaladas en otros municipios de la Comunidad Valenciana, al proyecto turístico Camins de Dinosaures.

Solución adoptada por Paleoymás

Para la producción e instalación de la reproducción, nuestro equipo de paleontólogos y técnicos, realizó el estudio, diseño, producción e instalación de la maqueta teniendo en cuenta criterios científicos, técnicos y constructivos. El proceso constó de varias fases:

Documentación y definición científica de la escultura:

El proceso se inicia con el estudio de las dimensiones del dinosaurio a reconstruir basado en las publicaciones científicas más recientes. Este dinosaurio, de más de 5 metros de longitud, se caracteriza por la peculiar forma de su cráneo y dientes, muy semejantes a los de los cocodrilos. Los espinosáuridos son reconocibles también por el desarrollo de espinas neurales en algunas de sus vértebras que provoca una especie de vela sobre el dorso de la espalda. Tras finalizar el asesoramiento paleontológico se realizaron bocetos y dibujos anatómicos previos y una reconstrucción digital en 3D que sería la base para su producción.

Producción de la reproducción:

Con la reconstrucción 3D como base, una fresadora de control numérico trabajó las diferentes piezas en bruto. Se realizó por sectores debido a su tamaño y posteriormente fueron ensambladas y unidas mediante una estructura metálica interna previamente definida en base a las dimensiones y tensiones, de manera que componga un sustento autónomo y estable.

Antes del pintado se procedió a cubrir las reproducciones con materiales que garanticen su resistencia y durabilidad al aire libre. El acabado, utilizando pinturas y componentes resistentes a la intemperie, se aplica sobre la reproducción una vez montada.

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Transporte e instalación:

Nuestro equipo habitual de transporte se encargó del proceso utilizando para ello un camión grúa que a su vez fue de gran ayuda durante el proceso de instalación en una zapata de hormigón.  El terreno se ha acondicionado previamente a la recepción de la reproducción, creando de esta manera un lugar acogedor donde no solo se pueda aprender sobre el recurso, sino a la vez descansar y poder observar el paisaje.

Otros elementos:

Para hacer de este espacio un lugar agradable y confortable, en esta estancia se instaló varios bancos que invitan al descanso, un vallado para proteger y delimitar el espacio del dinosaurio siempre con la intención de evitar futuros desperfectos en la reproducción.

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