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PFV

Garantías ambientales en parques fotovoltaicos

¿Sabías que un parque fotovoltaico o PFV comienza su tramitación ambiental como mínimo un año antes de que se apruebe su construcción? ¿Y que, una vez construido y puesto en funcionamiento, es necesario realizar un control ambiental durante dos años?

 

Esto, unido al control en su fase de obra, hace que los especialistas en medio ambiente estén vinculados a estos proyectos durante años, proponiendo y ejecutando medidas correctoras o compensatorias con el objetivo de minimizar su impacto ambiental.  A continuación, te explicamos en qué consisten estos trabajos.

 

 

Estudio de aves previo al inicio de las obras

La implantación de un PFV supone un cambio importante en los usos del suelo y provoca alteraciones en los hábitats, pasando normalmente de tierras de cultivo a instalaciones valladas y con placas que bloquean el acceso a la superficie del suelo (por ejemplo, reduce la superficie de caza de las aves rapaces).

 

Es por ello que antes de aprobar la implantación de una planta solar, los organismos ambientales necesitan cerciorarse de que no se afecta a ninguna especie protegida o a hábitats irremplazables o escasos.

 

Es ahí donde comienza la labor de nuestros técnicos especialistas en avifauna, que durante un año entero con periodicidad quincenal (para cubrir todas las estaciones del año, migraciones, épocas reproductivas etc.), estudian la zona, las especies y sus comportamientos asociados al territorio que ocuparán las placas. Posteriormente elaboran un informe con resultados y recomendaciones que servirá a la administración para autorizar o no el proyecto.

 

Actualmente, nuestro equipo de medio ambiente está trabajando en cuatro proyectos de estas características (uno en la provincia de Zaragoza, dos en Huesca y uno en Teruel).

 

Cernícalo vulgar en el entorno de un futuro PFV

Cernícalo vulgar en el entorno de un futuro PFV

 

Control de obra

Como cualquier obra en un entorno natural, la construcción de un PFV también conlleva alteraciones en el entorno como ruidos, emisión de polvo, movimiento de maquinaria pesada y camiones, que requieren un control ambiental en fase de obra.

 

Estas visitas de control suponen un trabajo menos científico, pero igualmente necesario y es desarrollado por nuestros técnicos ambientales, con la periodicidad que determina el órgano ambiental en su resolución de autorización, siendo este organismo el que comprueba el cumplimiento del plan de vigilancia ambiental.

 

PFV en fase de obra

PFV en fase de obra

 

Seguimiento ambiental en fase de explotación

Una vez que la obra ha terminado, la legislación indica que debe controlarse la correcta implantación de todas las medidas propuestas en el proyecto que ayudan a minimizar el impacto, así como su evolución.

 

Actualmente, nuestro equipo está trabajando en el control de unas instalaciones en Paracuellos de Jiloca (Zaragoza), donde monitorizamos las replantaciones perimetrales, la recuperación de la cobertura vegetal o la evolución de la erosión superficial. También se comprueba el buen estado del vallado perimetral o los sistemas aislantes, los niveles de ruido o la mortalidad de fauna por colisión.

 

PFV en fase de explotación

PFV en fase de explotación

 

Todo este proceso aporta garantías ambientales al desarrollo de las instalaciones fotovoltáicas, las cuales son objeto del intenso debate que siempre provoca las opiniones encontradas: por un lado, nos aportan la energía verde tan necesaria para reducir las emisiones de CO2, aunque por otro producen cambios en el entorno y en el paisaje que no gusta a todo el mundo.

 

 

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